Recuerdo cuando caminaba por la Av. Correa y Cidron casi esquina Jimenez Moya, un señor andaba en una silla de ruedas, no podía caminar. Él era empujado por otro señor, quizás eran hermanos, no les puedo decir con certeza. No andaban caminando por allí por amor al arte o por conocer la ciudad, NO, era por lograr un objetivo, andaban pidiendo limosnas en vaso fond, tanto a los peatones como a los choferes.
Tenía más de diez minutos viendo a los señores y no habían conseguido nada, le pedían a personas que aparentemente tenían dinero y tampoco le daban, le pedían a los choferes de guagua y no conseguían nada. Los señores decepcionados y tristes se detuvieron un momento, ahí fue cuando un limpiabotas se les acercó y les dió una moneda de 25 pesos, al momento que los señores le respondieron "QUE DIOS TE BENDIGA".
Eso nos demuestra que después de hacernos profesionales nos da hasta vergüenza acercarnos a una persona necesitada, así sea para regalarle una moneda de 25 pesos, mas el limpiabotas que no tiene ni con que caerse muerto, se condolió de los señores y les regaló la moneda de 25 pesos. A los adultos que estaban cerca y que habían pasado por allí debería darles vergüenza.
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